jueves, 3 de junio de 2010

Nariz de ouro de Raquel Saiz

"Nariz de Ouro"
Se trata pues de una auténtica novedad, ya que este libro de la editora OQO salió a la venta el pasado mes de abril. Fue un mes de novedades interesantes en OQO, puesto que también salió el álbum de Ranilda.
Como nos tiene OQO acostumbrados lo tenemos en las dos lenguas que se utilizan en nuestra comunidad: galego y castellano.
"Nariz de Ouro" es un cuento de Raquel Saiz, que ya publicó anteriormente “O día en que a mamá se lle puxo cara de teteira” (“El día en que a mamá se le puso cara de tetera”), “As pousadeiras do rei” (del que ya os hablé en otra ocasión) y “Chuzos de punta”.

La ilustradora, Juliana Bollini es la primera vez que ilustra un cuento, y hay que felicitarla. Lo que llama la atención nada más ver el cuento, al ver la portada es la suavidad del color, ese fondo azulado haciendo aguas le da mucha suavidad a la portada. En el interior esos colores suaves están contrastados con colores más vivos, lo que le da a la ilustración más alegría.
Personalmente me parece un trabajo precioso, ideal para disfrutar padres y niños.

“Nariz de ouro”, realmente es Eduardo, un niño serio que sufre burlas por culpa de su físico.

En el colegio le llaman Eduardiño y Edu, y “Eduardiño o narigudo”, que en castellano sería “Eduardito el narizotas”.

Y es que es una realidad que Eduardo tiene la nariz grande, y a él no le gusta porque eso le supone que cuando se ducha no se moja la boca, que aparece por las esquinas antes que él, que tiene que pagar dos asientos en el autobús,… Eduardo está harto ya de todo esto.

Su madre, de noche, como cada noche, le lee el cuento de “El patito feo”, Eduardo ya sabe que el pato al final es un precioso cisne, y su madre se lo recuerda, pero realmente no hay nada malo en ser un pato, Eduardo no quiere ser un cisne, y en sus sueños lo vive, vive que siendo siempre como el patito feo cuando es pato se puede ser feliz, y por eso él siempre querrá ser un pato y no un cisne. Eduardo en sus sueños podía salvar a gente que naufragaba gracias a su nariz, y se convertía en un héroe, luego hacían una estatua suya y bajo su nariz la gente se cobijaba de la lluvia. También servía para colgar calcetines y que así secaran, o para que se posaran pájaros.
Así, Eduardo se dio cuenta que no es tan malo ser un patito feo, y decidió aceptarse tal y como es.


Me parece un libro muy interesante para tratar el tema de la aceptación de uno mismo, el tema de la burla, el respeto hacia los demás,... Todos son temas que están a la orden del día, por desgracia, y que mejor que un cuento para que los niños vayan aprendiendo.


Escrito por Laura Fernández

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